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EFE/J.J.S.
El delegado del Gobierno en Balears, Ramon Socías, prometió ayer a la Obra Cultural Balear (OCB) que «todos los funcionarios» adscritos a la Administración central que trabajen de cara al público «entenderán y respetarán la lengua catalana». Socías se entrevistó ayer por la mañana mañana con varios responsables de la OCB (Jaume Mateu, presidente; Tomeu Martí, coordinador; y Catalina Alemany, gerente), quienes le entregaron un informe que refleja «diversos casos de discriminación lingüística» que ponen de manifiesto que «todavía hoy, la lengua catalana continúa proscrita en ciertos ámbitos de la Administración dependiente del Estado».

Los representantes de la OCB mostraron también al delegado del Gobierno un documento que recoge «diversas propuestas concretas» para que «la Administración estatal avance en el uso del catalán» a fin de «garantizar los derechos de los ciudadanos en materia lingüística». Socías ofreció el respaldo de la Delegación del Gobierno a la labor de OCB y se comprometió a «abrir una investigación y a recibir al afectado cada vez que se produzca un caso de discriminación lingüística».

El delegado del Gobierno explicó durante la reunión que el personal que es trasladado a Baleares «siempre es informado personalmente» de que se trata de una comunidad autónoma «con dos lenguas oficiales», al tiempo que se le ofrece formación en catalán. En la entrevista, se abordó también el registro en la Delegación del Gobierno de documentos redactados en catalán, cuya traducción se acordó que será asumida por esta Administración. Socías comentó también a los responsables de la OCB que hace cuatro meses que ha solicitado la necesidad de que se establezca la exigencia de conocer el catalán al personal que se dedica a la atención al público. En materia de inmigración, la OCB solicitó a Socías que informe a la entidad del trabajo que se realice de manera conjunta con la Conselleria d'Immigració, ya que las competencias de integración están transferidas.