Pau, Maria y Caterina, junto a los regalos que les trajo Papá Noel.

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Simón, Micaela, Cristina, Miguel, Toni, Pau, Maria, Jaume, Climent, Caterina, Lidia y Marta fueron algunos de los numerosos jóvenes que ayer, nada más levantarse, pudieron desenvolver sus regalos. Papá Noel no se olvidó de nadie, acercando en su trineo los juguetes anhelados por los más jóvenes y permitiendo que la magia de la Navidad llegara a los hogares de Mallorca, tanto de Palma como de la Part Forana.

Unos regalos que Santa Claus había anotado en su libreta para no olvidarse ni despistarse y que acercó hasta los hogares de los niños que se habían portado bien a lo largo del año. Por eso, Santa Claus abandonó su refugio del Círculo Polar y con la magia de la que está dotado viajó hasta infinidad de hogares de todo el mundo (parándose durante un buen rato en Mallorca para que nadie se quedara sin regalo), se coló por sus chimeneas o ventanas, que los papás, compinchados con él, habían dejado abiertas, y fue depositando junto al árbol de Navidad los juguetes que por la mañana muy temprano los niños encontraron, y con los que disfrutaron durante la jornada y siguientes.

Osos de peluche, muñecas, coches que funcionan con radiocontrol, discmans, la consola Playstation 2, relojes, juegos de playmobil, lápices de colores, reproductores de mp3 o juegos té fueron algunos de los presentes que los más pequeños se encontraron nada más despertar y con los que disfrutaron durante toda la jornada. A diferencia de los Reyes, que llegarán a Mallorca el próximo 6 de enero, Papá Noel permite que los jóvenes puedan disfrutar de sus regalos durante más días ya que no tienen colegio y pueden jugar más tiempo con los presentes que les trae Santa Claus. Los que ayer no tuvieron regalo no deben desanimarse ya que seguro que los Reyes Magos les traerán lo que habían pedido.

Pedro Prieto/L.M.