Cada una de las personas tenía una función, unos despellejaban el cerdo mientras otros rellenaban las partes. Foto: JAUME MOREY

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La Asociación de Vecinos Portixol-Molinar, junto con el Club de Tercera Edad «Tots en marxa» y el de Segunda Edad de es Molinar, hicieron ayer sus matances. O mejor dicho, convirtieron un magnífico cerdo de 184 kilos, que adquirieron por 600 euros y que se crió en Can Picafort, en 80 kilos de sobrasada, 30 kilos de butifarrones y 10 ó 12 en 'botifarra'. Las matances tuvieron lugar en el colegio público de es Molinar, aunque, a decir verdad, el cerdo, cuando llegó al centro, ya había sido sacrificado por los matarifes de Pòrtol.

En el patio del colegio le colocaron sobre una gran mesa, le chamuscaron los pelos, lo lavaron y lo trocearon. Según nos explicó la presidenta del club, Natividad Coll, no es la primera vez que hacen matances. El motivo de las mismas es mostrar a los socios una tradición muy mallorquina y, de paso, enseñarles como se hacen las sobrasadas y butifarrones. ¿Y los jamones también? «No -señaló la presidenta-. Los jamones en Mallorca quedan muy salados, por eso no se hacen. Todo el cerdo lo aprovechamos para hacer embutidos».

Alrededor de cien personas se apuntaron a las matances. Mientras algunos, hombres sobre todo, echaban una mano a els matancers, ellas cosían las tripas del gorrino que, a través de una máquina especial, se llenarían de pasta de sobrasada, que otras personas, en otro lugar, iban haciendo.

Pedro Prieto