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El Consell Escolar del Institut d' Educació Secundaria Josep Sureda i Blanes de Palma denunció ayer la «pasividad» y «dilación» de la Conselleria d'Educació en resolver un caso de agresión a un profesor por parte de los padres de unos alumnos del centro. El suceso ocurrió durante el mes de noviembre de 2005. El Consell Escolar ha solicitado el cambio de centro educativo de los tres hijos de los agresores, para garantizar la correcta «conviencia» en el centro y evitar la «indefensión» del docente, que actualmente padece una grave depresión. Según el director del centro, Manel Perelló, «los hechos se produjeron el pasado 22 de noviembre, cuando los citados padres abordaron en la calle Oms a un profesor del IES Sureda i Blanes. El docente fue interpelado violentamente, empujado y golpeado». El profesor había anunciado esa misma mañana una sanción disciplinaria a la hija del presunto agresor por mal comportamiento. Al día siguiente los mismos padres se presentaron en el centro y profirieron amenazas contra el docente. Más tarde impusieron una denuncia, alegando que maltrataba a sus hijos.

Perelló aseguró que «la inspectora realizó un informe favorable a las peticiones del centro que fue firmado el 2 de diciembre por el jefe de Inspección y posteriormente enviado a la Direcció General d'Administració Educativa. El 22 de diciembre llamé para informarme de cómo estaba el trámite, pero el informe sólo había estado sobre la mesa, sin llegar a la Direcció General de Planificació, la que debe decidir si los alumnos cambian o no de instituto». El Consell Escolar, representado ayer por Pep Lluis Pol, Joana Maria Ferrà, Caterina Torrens y Toni Salom, manifestó el «profundo malestar de los profesores y padres de alumnos del centro por el hecho de que, a día de hoy, sucedan casos como éste y que la administración no encuentre una solución rápida».

Los alumnos, una joven que cursa tercero de ESO y dos chicos de primero de ESO, acudieron al centro con normalidad hasta las fiestas de la Navidad. El 9 de enero no acudieron a clase. La madre de éstos llamó al centro para pedir qué tenían que hacer, ya que la Conselleria no se había puesto en contacto con ellos. Pero al día siguiente, el 10 de enero, la Direcció General de Planificació llamó al IES para comunicar que los padres «no aceptaban un cambio de centro» y que éstos «no parecían agresivos». Perelló informó: «Hoy por la mañana (por ayer) el director general me telefoneó, diciéndome que se está ya trabajando para dar una solución al problema. Espero conocer la respuesta pronto».