Con las brasas de los foguerons de la noche anterior aún
calientes, la ciudad de Manacor se levantaba para revivir su pasado
payés con unas multitudinarias beneïdes en honor a Sant Antoni, que
llenaron la plaza de Ramon Llull y calles adyacentes de grandes y
pequeños. A las once de la mañana, la comitiva del Patronat de Sant
Antoni llegaba a la plaza para dar inicio a las tradicionales
beneïdes. El baile de los dimonis alrededor de Sant Antoni dio el
'sus' al desfile de este año, que destacó por la dedicación y la
calidad conseguida por las carrozas.
El rector de la Parròquia dels Dolors, Andreu Genovard, empezó
las beneïdes con la bendición de centenares de animales de toda
clase y plumaje como perros, gatos, canarios, periquitos,
jilgueros, hámsters, conejos, hurones, peces o tortugas, que
desfilaron ante Sant Antoni y quedaron bendecidos para tener una
larga vida llena de salud. A su paso, los propietarios de los
animales dejaban su propina abaciner, que con la bacina de Sant
Antoni en la mano recaudaba los donativos para el santo y conservar
así la fiesta que preserva el Patronat.
El desfile estuvo presidido por el alcalde de la ciudad, Antoni
Pastor, y por la consellera de Salut i Consum del Govern de les
Illes Balears, Aina Castillo, y el resto de regidores del
Ajuntament de Manacor, que también fueron bendecidos por Genovard.
Ante ellos desfilaron unos hermosos caballos de raza mallorquina a
modo de carruaje.
G. M. / J. S.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.