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Un grupo de padres de alumnos del Colegio Público Santa Isabel declararon ayer que «no queremos que nuestros hijos se muevan del centro, queremos que paren las obras en horario escolar», aunque añadieron que «si esto no se pudiera cumplir por algún motivo preferimos el realojo en otro centro y la seguridad de que los niños van a tener las mismas condiciones que tienen ahora».

Hoy se conocerá la decisión definitiva sobre si el centro permanece abierto o se cierra debido a las vibraciones que padece la estructura por las obras del soterramiento de las vías del tren y que ha motivado ya dos desalojos, en noviembre y la semana pasada.

Los padres aseguraron sentirse «impotentes, preocupados y asustados» y si el problema no se resuelve amenazaron con «hacer cualquier cosa, incluso meternos en la obra y encadenarnos a las máquinas si es necesario».

La petición de las familias de que las obras se paralicen no contó con el apoyo de la Conselleria d'Obres Públiques, a la que acusaron de «no haber hecho absolutamente nada al respecto, ni la primera vez, ni la segunda, es más se nos ha asegurado que las obras no se pueden parar porque tienen un plazo de entrega (antes de las próximas elecciones, por supuesto) y que ya llevan retraso». También lamentaron que «sigue sin llegar el informe que determinará si los temblores pudieran afectar al edificio» y criticaron que la semana pasada se «hicieran pruebas con las máquinas con una parte de los niños dentro del colegio».

Educació, añadieron en su carta, «nos expuso el día 26 el plan B, que consistía en el realojo en otros centros, y se nos ofreció trasladar a los niños por aulas, todos juntos y con sus mismos maestros, transporte escolar, profesores de apoyo, ayuda psicológica (...) y volver a reanudar las clases en nuestro colegio a partir, como máximo, del curso que viene con las obras terminadas y el colegio reforzado». «A lo cual respondimos que todo esto se nos diera por escrito»...«pero el claustro de profesores se opuso».

Por otra parte, la Plataforma por el Parc de les Vies exige que cualquier medida que se adopte para garantizar la seguridad de los alumnos del colegio Santa Isabel, se aplique también a los vecinos de la zona donde se ejecutan las obras. «Pedimos la misma tranquilidad y la misma seguridad».