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Los jardines de las Germanetes dels Pobres, ubicados en el número 17 de la calle General Riera, acogieron ayer por la noche el Vía Crucis organizado por la parroquia de Santa Catalina Thomàs, al que acudieron más de 300 personas.

Cada una de las estaciones fue cubierta por personas que forman parte de algún grupo concreto de los que integran la parroquia de Santa Catalina Thomàs, según explicó su párroco, mosén Ramon Lladó.

El Vía Crucis se inició sobre las 20.30 horas y se prolongó por espacio de una hora. A todas las personas que asistieron al mismo se les entregó una pequeña vela. El acto se desarrolló en un clima de gran recogimiento.

El Vía Crucis constó de 14 estaciones, y en cada una de ellas se leyó un texto bíblico, se hizo una reflexión sobre el mismo y se rezó una plegaria. El recorrido entre estación y estación se hizo en silencio, con la excepción de algunos cantos religiosos.

La primera estación fue cubierta por los catequistas, y las siguientes fueron cubiertas por las Germanetes dels Pobres, el Llar de Majors, la oficina parroquial, el coro, el Grup de Revisió de Vida, Cáritas, residentes de las Germanetes, escoltes d'esplai, Vida Creixent, confirmación, servicios litúrgicos, limpieza y, por último, grupos de adultos que trabajan en favor de los niños del Tercer Mundo, Hoja Parroquial y matrimonios. Cinco personas de cada grupo portaban la cruz junto con cuatro antorchas.

Al final del Vía Crucis, los asistentes entraron en la capilla, donde cantaron 'Crec en Déu'. A continuación, se rezó por las familias, en especial por las que tienen dificultades. Mosén Lladó recordó que el próximo mes de julio tendrá lugar en Valencia el V encuentro mundial con las familias, al que asistirá el Papa, Benedicto XVI.