La Reina, junto a las infantas Elena y Cristina, Iñaki Urdangarín y el pequeño Froilán.

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No hay duda de que los nietos de Sus Majestades los Reyes han heredado el amor que sus abuelos tienen hacia el mar y los deportes náuticos. A media mañana de ayer, Viernes Santo, la reina doña Sofía, al volante de su automóvil y acompañada de su hija la infanta Elena y sus nietos Felipe Juan Froilán y Victoria Federica, se dirigieron hasta el amarre de la «Somni», una de las embarcaciones de la Casa Real, en la base militar naval de Portopí.

Tras ellos llegaban los duques de Palma, la infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarín, y los pequeños Miguel, Juan Valentín, Irene y Pablo Nicolás, dispuestos a pasar un buen rato en alta mar, todos juntos. Una vez todos dentro de la embarcación rápida, tomaron rumbo hacia el portahelicópteros que hay en medio de la bahía, junto al campo de regatas donde ayer se celebró una jornada más del trofeo Princesa Sofía de Vela.

Corría un leve y fresco aire, pero el soleado día invitaba a disfrutar del buen tiempo, aunque cuando el cielo se ponía nublado había que abrigarse. Así pues, luciendo indumentaria deportiva, los miembros de la Familia Real, a excepción del Rey y los Príncipes, Felipe y Letizia, la pequeña Leonor y el duque de Lugo, Jaime de Marichalar, estuvieron durante la mañana viendo cuanto acontecía frente a la bahía de Palma a bordo de la «Somni». Los pequeños estuvieron contemplando las pequeñas embarcaciones de vela ligera que participaban en la XXXVII edición del Trofeo Princesa Sofía.

Cuando nos acercamos, a bordo de otra lancha, pudimos ver cómo Victoria Federica charlaba con su tía la infanta Cristina y ésta, tras escucharla, se giraba hacia su marido, Iñaki Urdangarín, y ambos sonreían. Tras ellos, Felipe Juan Froilán, más a su aire e inquieto. A la Reina la vimos muy sonriente. Doña Sofía le enseñó un libro a Iñaki, «My Fifty Years», que relata las memorias del príncipe Nicolás de Grecia.

Así pues, la Reina y sus hijas pasaron el Viernes Santo en familia, como marca la tradición.

Julián Aguirre
(texto y foto)