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Un titular fácil hubiera sido 'las bicicletas son para el verano', pero no, ya que estas bicicletas en concreto están a disposición de los usuarios de los aparcamientos de Palma en cualquier época del año.

La idea surgió en el año 2.005, poniéndose en marcha en abril de dicho año, según nos explicó ayer el regidor Àlvaro Gijón.

Es un servicio para el usuario del aparcamiento -y también para el propietario de la tarjeta verde-, que ya bien por trabajo, ya bien por placer u ocio, opta por desplazarse por Palma en bicicleta, evitando de este modo el automóvil. Las bicicletas están a su disposición en los aparcamientos del Parc de la Mar, Vía Roma, Santa Pagesa y calle Manacor, y en un futuro en los de Marqués de la Cenia y Antoni Maura.

El usuario de la bicicleta debe dejar como depósito las llaves del coche y el ticket de aparcamiento. A cambio recibe una bicicleta con candado para cerrarla y, si lo pide, un casco. También hay bicicletas que llevan una cesta para paquetes u objetos, y otras una pequeña silla para que vaya en ella el más pequeño de la familia. Por supuesto, quien utilice este servicio ha de responder ante cualquier avería o golpe.

Ayer por la mañana coincidimos en el aparcamiento con un matrimonio alemán, de vacaciones en Mallorca. Tras aparcar el coche, solicitaron el servicio de las bicicletas para ir a dar una vuelta hasta es Molinar. Depositaron las llaves y el ticket, y eligieron una bicicleta de hombre y otra de mujer, con las que se fueron a dar ese paseo.

Según Gijón, es un servicio que tiene una gran aceptación, como indican sus estadísticas. Así, en el año 2004, desde el mes de abril, se solicitaron 4.052 bicicletas, siendo el 75 por ciento residentes y el resto turistas. En 2005, se incrementó la cifra a 7.582: 84 por ciento residentes y 16 por ciento turistas. Y en lo que llevamos de año 2006, 2.637, de las cuales el 86 por ciento han sido residentes y el resto turistas, lo cual se traduce en 14.200 bicicletas en estos dos años y pico.

Pedro Prieto