Grupo de bordadoras de Esporles, que se lo pasaron muy bien trabajando mucho. Foto: AMALIA ESTABÉN

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El cuarto encuentro de bordadoras y encajeras que organiza la Asociación Balear de Encajes y Bordados cambió su tradicional marco de la plaza de Espanya que se encuentra en obras con el del paseo de Santo Domingo de la Calzada.

Bajo una sólida carpa se acomodaron 300 mujeres de todas las edades pertenecientes a diversas asociaciones y centros culturales de Palma y part forana, de Eivissa y Menorca; de Badalona, Palau Solita i Plegamans, Sant Cugat, y del distrito de Sant Andreu de Barcelona, además de María Soledad García, única representante de Bilbao (Vizcaya).

Este cambio propició que muchos visitantes se acercaran a conocer el arte del bordado y el encaje, mostrando interés. La coordinadora, Plácida Pereira señaló que «el enclave es precioso, pero en la plaza de Espanya hay más gente de paso, pero la finalidad es que también venga a ver nuestros trabajos gente de fuera y promocionar este arte».

Amalia Estabén