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La noticia saltó ayer cuando se identificó el cuerpo de un hombre hallado en la Costa de la Calma, flotando a unos 15 metros de la costa. Se trata de Pere Joan Llabrés, canónigo de la Seu y delegado diocesano de Patrimoni Cultural. El canónigo fue el principal interlocutor del Obispado con Miquel Barceló, como miembro y portavoz de la Fundació Art a la Seu, donde trabajó intensamente en todo el proceso de intervención del artista en la capilla de Sant Pere.

La incertidumbre saltó el sábado cuando Pere Joan Llabrés no asistió a la misa de la Catedral. A partir de este momento, se desató la alerta. Uno de los primeros lugares en los que le buscaron fue en la casa de las Franciscanas Hijas de la Misericordia situada en la plaza de Quadrado, detrás de la Basílica de Sant Francesc, tal y como relata la hermana Magdalena Fiol. «Pere Joan Llabrés venía con bastante frecuencia porque aquí tuvo una hermana monja y aquí cuidamos a su madre. Celebró su santo con sus amigos y nada hacía prever este accidente».

Pere Joan Llabrés Martorell nació en Inca en 1937. Era licenciado en Teología por la Universidad Gregoriana de Roma. Desde 1986 era canónigo de la Catedral de Mallorca. Fue el encargado de adaptar textos litúrgicos catalanes para el uso de los mismos en las diócesis de las Islas. Fue jefe de redacción de la revista «Lluc».

Llabrés fue uno de los impulsores, bajo el obispado de Teodoro Úbeda, del uso de la lengua catalana en las celebraciones litúrgicas de Balears y, en concreto, de Mallorca.

Asimismo, el año 1977, en el cuarenta aniversario del fusilamiento del alcalde republicano Emili Darder, fue el primer sacerdote que ofició una misa por el alma de un conocido republicano en la Isla, tras la muerte del general Franco.

El funeral está pendiente de los trámites que realizará el Bisbat la llegada de Valencia del obispo.