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El escenario de ses Voltes se convirtió ayer en el exótico entorno de «Las mil y una noches» gracias al espectáculo de danza oriental de la academia Helwa con motivo de su tercer aniversario. En este espectáculo participaron más de cien bailarinas y tuvo una duración de dos horas, aproximadamente.

La fiesta se inició con un homenaje a Mozart, concretamente con uno de sus clásicos cantado en árabe. Le siguió «El cortejo de los dioses», una especie de ritual que pide la fertilidad de la tierra y la fecundidad de los vientres femeninos, que dio paso al «Ciclo de la vida», donde varias generaciones de madres e hijas bailaron juntas para celebrar el milagro de la vida y de la continuidad de la especie humana.

«La feminidad en dos colores» fue la quinta actuación y consistió en la representación de dos bailes distintos de una mujer, donde la gracia y la sensualidad tienen diferentes aspectos. A continuación, «Raks Al Assaya», más conocido como «baile del bastón», presenta la habilidad de dos generaciones distintas. «La fuerza del ritmo» fue uno de los momentos más esperados ya que presentó la destreza y sensualidad del solo de percusión.

S. Coquillat