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JOAN J. SERRA
Palma consume actualmente una media de 131.000 metros cúbicos diarios de agua, de los que un 45 por ciento corresponde a recursos subterráneos (acuíferos) extraídos de los pozos de Emaya en s'Estremera, Alaró, Binissalem, Pont d'Inca (agua salinizada que debe potabilizarse en la planta de Son Tugores) y sa Marineta de Llubí (actualmente no se explota y se deja en reserva).

El resto del agua potable consumida en Palma se distribuye de la siguiente manera: fuentes de la Vila, den Baster y de na Pera, 25 por ciento; desaladora, 19 por ciento; y embalses de Gorg Blau y Cúber (propiedad también de Emaya, en la Serra de Tramuntana), 11 por ciento.

La situación de la disponibilidad de recursos hídricos en Palma y en el conjunto de Mallorca no puede considerarse mala. Si se compara con la sequía que azota diversas comunidades españoles, incluso puede calificarse como buena. El nivel actual de los acuíferos de la Isla se sitúa en el 41 por ciento de su capacidad, un dato no preocupante si se tiene en cuenta de que nos encontramos en pleno verano, con escasas o nulas precipitacioens y máximo consumo por parte de residentes y turistas. El nivel de los acuíferos es similar al de julio de 2005, que presentaba un 40 por ciento de capacidad. Por su parte, los embalses de Gorg Blau y Cúber, aunque suponen una aportación minoritaria al consumo, se encuentran en un tranquilizador 60 por ciento de su capacidad.

El índice interanual de precipitaciones en Mallorca no lleva tampoco a la inquietud, con un ligero superávit del 2 por ciento respecto a lo normal, aunque no llueve de manera generalizada en la Isla desde principios de mayo. Para encontrar lluvias importantes y generalizadas hay que remontarse a principios de marzo. En junio y julio apenas ha llovido o lo ha hecho de manera muy localizada.