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Joan Fageda, ex alcalde de Palma y en la actualidad senador por el PP, está escribiendo un libro en el que recopilará sus veinte años de actividad política municipal, parte de los cuales estuvo en la oposición.

A Fageda le sorprendemos en plena faena en su casa de vacaciones de Cala Blava. Trabaja en una habitación repleta de fotografías y documentos, muchos de los cuales están guardados en cajas. «Esta habitación -dice riéndose- es como si me la tuviera alquilada mi mujer, ya que le estoy llenando de papeles toda la casa, por lo que me ha obligado a que me instale aquí».

Está trabajando duro por dos razones. Porque quiere tener el libro listo para octubre y porque «mañana -para el lector, hoy- me voy a pescar raons con Gabriel Escarrer y vamos a estar unos días».

El libro, que de momento tiene título provisional, hace un recorrido a lo largo de esos veinte años, «procurando abarcar todos los sectores y las épocas. Quiero decir que en él cuento lo que hicimos en tiempos de la oposición en la que tuvimos que bregar con un alcalde difícil; también hago referencia las primeras campañas que hicimos como PP y luego como AP; y a través de algunas fotografías veremos de que modo ha pasado el tiempo para todos».

Es un trabajo nada fácil, pues ha tenido que recopilar muchos datos y, sobre todo, fotografías.

Joan Fageda intenta no olvidar nada ni a nadie. Para ello, esas más de cuatrocientas páginas las ha distribuido en capítulos, entre otros, la familia y los amigos, los años en la oposición y en la alcaldía, «donde enumero los logros que alcanzó el Ajuntament durante nuestro mandato...». No quiere pasar por alto el asunto de Bon Sosec, al que dedica varias páginas. Recuerda también sus relaciones con el mundo del deporte, «cuando montamos aquel campeonato de billar, o cuando organizamos la Universiada e inauguramos el estadio de Son Moix. ¿Que si estoy de acuerdo con que ahora se llame ONO? Pienso que se podría haber llamado de las dos formas: Estadi de Son Moix ONO». Igualmente, el libro da cabida a las excelentes relaciones que mantuvo con el mundo del arte y de la cultura en general, así como con el de la Diplomacia, el Ejército, la Iglesia, instituciones diversas, periodistas, etc., todo ello -al igual que el resto de apartados- con fotografías, algunas muy periodísticas, otras muy ilustrativas, como podrían ser las del Museu Es Baluard o los desfiles de la Universiada, por poner dos ejemplos.