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MERCEDES AZAGRA
La Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado (Emaya) es más conocida por su trabajo en todo lo relacionado con el agua y los residuos que por su faceta en la protección y restauración del patrimonio histórico de Ciutat, aspecto que ejecuta desde hace años y que en los últimos meses se ha centrado en la protección de tres elementos patrimoniales: el Molí de s'Hort de'n Mates, propiedad de Emaya y situado en las cercanías de la depuradora Palma I, y las acequias de La Vila y den Baster.

La restauración de este molino (con palas de madera y no de hierro) por parte de Emaya se ha fundamentado en la restauración general de todos sus elementos: pistón, cigüeñal, biela y cupet. Emaya ha aportado 15.000 euros en la reconstrucción de un molino que también dispone de un aljibe con capacidad para 200.000 litros de agua y en el que se depositaba el agua extraida del subsuelo para, posteriormente, ser utilizada en el riego de los productos hortícolas.

«El paisaje del Pla de Sant Jordi acoge más de un centenar de molinos en buen estado de conservación, aunque otros necesitan importantísimas reparaciones. El Molí de S'Hort de'n Mates es un molino de viento de aspas de madera y se construyó sobre los años 20 del siglo pasado. Se utilizaba en invierno para extraer agua y arrojarla al torrente de la siquia, ya que en esta época del año todos estos terrenos estaban encharcados. Al llegar el verano, por el contrario, el molino era utilizado para regar los productos que se cultivaban», afirma José Mas Pou, vecino de Sant Jordi y gran conocedor de los molinos de la zona.

En abril finalizó la reconstrucción de este molino en una zona que cuenta con más de 1.300 molinos de viento.