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Los abogados de la familia Graf, accionistas principales de Puerto Portals, solicitaron ayer a la jueza que declare «temeraria» la demanda interpuesta por el empresario madrileño Francisco Hernando «El Pocero» debido a la «perdida de imagen» que para esa instalación ha supuesto el juicio desarrollado durante dos días en la sede judicial de sa Gerreria. «El Pocero» no asistió ayer a la vista tras abandonar la Sala de forma intempestiva el martes, «harto de escuchar falsedades», según gritó antes de marcharse.

«Es un pleito jurídicamente inviable», resumió el letrado, quien hizo suyo parte del auto dictado recientemente por la Audiencia de Palma quien rechazaba de plano la posibilidad de que el compromiso de compraventa del puerto «calvianer» se convirtiera en una «expropiación».

El abogado aseguró que el contrato firmado por comprador y vendedores en julio de 2005 «es la piedra angular» del proceso y que la interpretación de ese documento de la parte contraria «estaba llena de falacias».

Calificó de «falso» que los Graf «persiguieran» a Hernando para venderle Puerto Portals, y de «inadmisible» que un empresario acaudalado, con gran experiencia en los negocios como él, no se hubiera informado exhaustivamente antes de pactar una compraventa de 110 millones de euros.

«Lo cierto es que el señor Hernando quería la propiedad de Puerto Portals a toda costa y el propio señor Graf calificó de surrealista la reunión en que el empresario aceptó la condiciones de compraventa», afirmó.

En el juicio celebrado ayer, que quedó vista para sentencia, los peritos presentaron sus conclusiones ante la titular del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Palma en una maratoniana sesión de casi siete horas de duración.