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El Palacio de Congresos de Palma se ha concebido como un edificio polivalente, en el que se compaginará la actividad de congresos, junto a la de exposiciones y ferias, junto a una explotación de la zona de restauración enfocada a captar la mayor cantidad de servicios. Todo ello irá enfocado a rentabilizar su gestión y para convertirse, según apunta Palma el arquitecto navarro Patxi Mangado, «en uno de los iconos de Palma a nivel internacional».

El arquitecto Mangado ha definido el recinto que ha diseñado como muy semejante a «un gran pez varado a la orilla del mar». Contará con un auditorio principal para un máximo de 2.000 personas, si bien dicha sala podrá ser acondicionada para conseguir auditorios más pequeños, por lo que gracias a un mecanismo de paneles móviles se podrán conseguir hasta cuatro salas independientes al mismo tiempo. El edificio principal es muy funcional y engloba a la sala principal, que tendrá capacidad para 2.020 personas pero que, con variaciones en sus estructura, se podrá convertir en un auditorio para 1.285 personas o en varias zonas menores que permiten celebrar diversas reuniones simultáneas. También se podrán hacer ferias y exposiciones. La fachada de cara al mar recogerá la luz mediterránea, pero de manera que no incida directamente en el interior del edificio, con un «sistema de costillar» elaborado con «aluminio marino», usado en los barcos. Contará con paneles de vidrio de base opaca que reflejarán la luz solar generando la imagen de caballitos de mar, que identificará al edificio.

Con la presentación del proyecto de ejecución final, la sociedad Palau de Congresos de Palma de Mallorca inicia ahora todo el proyecto administrativo para cumplir los pasos precisos, que culminarán en febrero o marzo con la adjudicación de la construcción, gestión y explotación de esta infraestructura, que deberá estar finalizada en 2010.

La inversión prevista rondará los 110 millones de euros, pero para evitar desvíos en la inversión, Mangado ha señalado en varias ocasiones se inicia una etapa de exhaustiva planificación y colaboración estrecha con la sociedad Palau de Congressos «para que su gestión esté bien definida desde el principio, con el objetivo de que no haya elevados desvíos presupuestarios en su ejecución. En la construcción de El Baluarte de Palma se actuó de esta forma y se gastó menos de lo previsto».

Además, habrá un segundo auditorio para un máximo de 400 personas y salas más pequeñas para otras actividades, zonas de exposiciones, un restaurante y un jardín. Mangado indica que los materiales básicos utilizados para la construcción del Palacio de Congresos serán el aluminio, el vidrio y el marés.

El principal material con el que el arquitecto navarro ha jugado para crear el proyecto es la luz mediterránea y valora positivamente el proyecto de la futura fachada marítima elaborado por Joan Busquets, cuyo entorno circundará al Palacio de Congresos.

Mangado valoró desde el primer momento el solar en el cual se emplazará, una parcela de entre 320 y 340 metros trazo, de «difícil pero sugerente, porque se trata de una fachada que da al mar, lo que para mí es vital».

Con cuatro metros de profundidad, el Palacio de Congresos se convertirá en un espacio con alturas que van desde los 14 metros hasta los 20 metros. Además, por ese espacio se podrá pasear y ver el mar desde el interior del edificio, lo que le dará un aspecto peculiar y muy llamativo.