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La edición del Dijous Bo de este año pasará a la historia como una de las más calurosas de los últimos tiempos. Desde primera hora de la mañana Inca empezó a recibir visitantes que, entre el miércoles y el jueves, sumaron unas 210.000 personas, según fuentes municipales. A pesar del dato, a lo largo de la mañana de ayer y a primera hora de la tarde, las típicas aglomeraciones de gente en lugares como la calle Major, la plaza Mallorca o la plaza del Bestiar no se podía caminar sin tener que ir en fila india. La cada vez mayor extensión de la feria -que este año ha alcanzado los diez kilómetros-, y la llegada más escalonada de visitantes probablemente contribuyan a dispersar a la gente. El lugar en el que había más aglomeraciones fue, sin duda, la estación, pues muchos optaron por dejar el coche y aprovechar la afluencia de vagones del SFM. Aunque por la mañana algunos trenes llegaban con retraso lo cierto es que eran pocos minutos. Aparcar, para quienes llegaron en coche, requería paciencia y ganas de caminar.

Como feria que atrae a miles de visitantes de todos los puntos de Mallorca, el Dijous Bo se convierte en todo un reclamo para los políticos. Ayer, a partir de las 10.30, todos se concentraron en la plaza Espanya para iniciar un recorrido por la feria encabezado por el alcalde, Pere Rotger y al que no faltó el president del Govern, Jaume Matas, la presidenta del Consell, Mª Antònia Munar y un gran número de alcaldes de la Comarca. Estuvieron también Francesc Antich, del PSOE y Biel Barceló, del PSM, además de estrenarse en este evento todo el equipo directivo del Hospital Comarcal de Inca. El alcalde, Pere Rotger, aprovechó el discurso que acostumbra a pronunciar tras la comida oficial para insinuar que el de ayer puede ser su último Dijous Bo como primer edil y recordar que hay elecciones.

Al margen del desfile de autoridades, la feria de ayer fue más extensa que nunca. Con 800 expositores colocados en 10 kilómetros la gente podía encontrar de todo. Desde mantelerías navideñas hasta crepes, churros, bufandas, zapatos, derivados de aloe vera, productos de limpieza milagrosos, mantas y anuncios y promociones de todo tipo. Los animales también tuvieron su espacio en el Dijous Bo. La plaza del Bestiar acogió una muestra de todo tipo de animales. De este modo, las autoridades se acercaron a la plaza a media mañana para el acto de entrega de premios deconcurs morfològic de porc negre mallorquí. El primer premio de la categoría de verros y la de porcastres se lo llevó Tomeu Torres de la explotación de Son Marron de Lloret de Vistalegre. El primer premio de truges fue para Miquel Company de la explotación de Tagamanet de Montuïri. Y el primer premio en la categoría de verretells fue para Antoni Llodrà de la explotación sa Cova Nova de Manacor. También se dio un premio especial de la Associació deporc negre mallorquí, que fue a parar a Miquel Rigo de la explotación Son Pau de Porreres. Por otra parte, fue mucha la gente que se reunió para contemplar la exhibición ecuestre que también se llevó a cabo en la plaça del Bestiar. Toda una serie de los mejores ejemplares de la Isla ofreció un espectáculo que entusiasmó.

M.Medrano/J.Sampol