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«Hay voluntad política para llevar a cabo el plan de reconversión de la Platja de Palma, en el que no van a primar los intereses partidistas, sino los generales. Es un proyecto importante y no vale que cada uno tire por su lado», señalaba ayer el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, en la visita relámpago que realizó a la Platja de Palma.

El tema clave y más espinoso en el proyecto de reconversión de la Platja de Palma, como es su financiación, fue también analizado por el ministro. «Hay que apostar por la autofinanciación, pero no habrá problemas en materia presupuestaria, aunque todavía hay que perfilar cómo habrá que repartirse este aporte de financiación. Lo que sí está claro, es que las partes que son revalorizaciones de activos deberán aportarlas las empresas privadas. Es decir, lo que se beneficiarán más deberán ser los que aporten más».

Clos, acompañado por los candidatos socialistas a las alcaldías de Palma, Llucmajor y Calvià, Aina Calvo, Joan Jaime y Antoni Manchado, respectivamente, escuchó atentamente las explicaciones que los tres candidatos le hicieron sobre los problemas que hay en esta zona.

Puntualizó Clos que desde el Ministerio «hay toda la voluntad para ayudar a transformar y adaptar esta zona turística madura».

Para perfilar esta cuestión, a lo largo del próximo mes de enero se constituirá el consorcio urbanístico, que es el que va a gestionar el plan de reconversión. El ministro estimó el coste de este plan muy por encima de los 300 millones de euros, «serán muchos más millones y su ejecución será de forma continuada. Hay que aclarar muchas cosas, entre ellas perfilar los proyectos».