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La Hermandad del Rocío celebró ayer una misa conmemorativa del XI aniversario de la agrupación en Palma. El encuentro tuvo lugar en la parroquia de San Juan de Avila. La misa estuvo concelebrada por el vicario general de la Diócesis, Lluc Riera; y el padre espiritual de la hermandad, el consiliario Sebastià Feliu.

La alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, fue nombrada hermana de honor por la buena relación que mantiene con la hermandad. A su vez, 18 nuevos miembros recibieron ayer la medalla de la hermandad.

Durante el acto, un representante de la Junta de Gobierno de la Hermandad Matriz de Almonte, que aglutina a las 104 hermandades del Rocío de España, impuso el Simpecado, término con el que se describe el estandarte en el que aparece la imagen de la virgen que da nombre a la cofradía, la medalla de la Hermandad Matriz. El encuentro terminó con la Salve Rociera, que fue interpretada por el coro de la agrupación.

La historia de la Real Hermandad de la Virgen del Rocío de Palma se remonta once años atrás cuando un grupo de andaluces decidió formar esta hermandad de gloria, «al contrario, que la mayor parte de las cofradías que son de dolor», tal y como explicó el vocal de culto y mayordomo de la hermandad, Juan Vallés.