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M.G.
La Fundació Patronat Obrer de Sant Josep lleva un siglo ayudando a los más necesitados, desde que en 1907, una época en que buena parte de la sociedad padecía importantes carencias alimentarias, educativas o higiénicas, un grupo de seglares católicos, alumnos del colegio Montesión, encabezados por el padre Guillem Vives, decidieron alterar en parte lo que parecía inevitable para muchos de sus congéneres.

Los primeros años del Patronat, entre 1907 y 1935, estuvieron marcados por el espíritu y las dinámicas de acción social católica y de preservación juvenil que le dio a la organización el padre Vives. Fue en aquellos años cuando la organización creó las primeras escuelas diurnas y nocturnas, estas últimas para adultos, una bolsa de trabajo y una agencia de colocación, una cocina económica, diversas actividades recreativas, deportivas y musicales y nace el primer sindicato de ferroviarios.

A partir de 1935 empieza una época de transición, marcada por las consecuencias de la política religiosa durante la Segunda República, la Guerra Civil y la inmediata posguerra. Durante estos años grises fallece el fundador, el padre Vives, y dado que en 1932 se había disuelto la Compañía de Jesús el Patronat tuvo que buscar nuevas vías para dar continuidad a su labor.

1943 marca el inicio de una nueva época de esplendor para la entidad, con la llegada de la que será la segunda figura importante en la vida del Patronat: el padre Enric Ventura, que posibilitará la era más populista y popular, que llega hasta 1972.

Es en estos tiempos nace el equipo de baloncesto, una de las experiencias pioneras en este terreno, se crean escuelas y el Centre Social-Educatiu dels Hostalets, así como actividades sociales, un grupo de médicos ofrece sus servicios de forma gratuita a personas sin recursos, o actividades religiosas: con el nacimiento de la Congregació Mariana de Sant Josep.