Los poblers Biel Gost y su hijo Bernat tienen una pieza de museo en el comedor de su casa situado en la calle Dato de sa Pobla. Se trata de un belén de diez metros cuadrados que empezaron a preparar en noviembre y que recibe visitas de escolares, asociaciones, amigos y familiares.
Para Biel montar el belén es una forma de relajarse a la que dedica las horas que haga falta. De hecho, asegura pensar en él durante todo el año. «Utilizo losas, piedras, silicona y elaboro yo mismo las casas y paredes que tiene el belén. Lo único comprado son las figuras. En verano, por ejemplo, ya empiezo a recopilar piedras para montar las cuevas», explica orgulloso.
Biel y su hijo llevan años montando un belén gigante en el comedor de su casa. Por ello año tras año tratan de superarse en dimensión, calidad y figuras. El belén incluye 41 pastorcillos, unas matanzas mallorquinas con detalles minúsculos como un cuchillo, el pimentón o la sobrasada y también una espectacular cascada con agua de verdad. «La parte del río solía darnos problemas de humedad que hemos resuelto utilizando un cemento impermeable. Además, nos hemos atrevido a crear una cascada», dice Biel.
Marta Medrano
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