Los mallorquines consideran satisfactorio el nivel de calidad de la sanidad y de sus puestos de trabajo, pero consideran deficiente el de la vivienda, según un estudio elaborado por la Fundación Gadeso, que hace público en el número 100 de sus Cuadernos.
En función de los resultados, Gadeso recomienda una mayor participación activa de la sociedad «en el diseño y la gestión» de los servicios, con el «reto fundamental» de «repensar» el modelo económico de Balears para mejorar la calidad de vida de los habitantes de Mallorca.
Dentro de una serie de estudios dedicados a las «preocupaciones ciudadanas», la citada fundación de investigaciones sociológicas establece un «índice de calidad de vida» basado en las expectativas de los ciudadanos sobre el desarrollo económico y sociopolítico de la Isla.
Para su concreción, el estudio define unos indicadores evaluados por los encuestados, según los cuales la satisfacción sobre el nivel de la sanidad y el puesto de trabajo alcanzan un valor de 7, el equipamiento comercial de 6,5 y las expectativas sobre el futuro económico de 5,5 puntos.
Por el contrario, la vivienda solo obtiene un 1, la seguridad y el patrimonio natural 3 puntos, las comunicaciones, 3,5, y la estabilidad laboral y la educación, 4 puntos.
Las conclusiones del estudio otorgan un índice de calidad de vida percibido por los ciudadanos de Mallorca entre significativo y relevante.
Además, la fundación advierte de un «riesgo de pérdida de cohesión social» en Mallorca, por la «falta de un proyecto colectivo», la «pérdida de sentimientos de seguridades», una «baja participación cívica y social» y la «pérdida de sentimiento de pertenencia».
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