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Numerosos representantes de la comunidad filipina en Balears, entre ellos una nutrida representación de Eivissa, celebraron ayer el Día de la Independencia y el Día de la Amistad Hispano Filipina. El encuentro se desarrolló en el patio de armas del Castillo de San Carlos y contó con la asistencia de la cónsul general de Filipinas para Catalunya, Aragón, Andorra y Balears, María Fe Pangilinan.

La celebración coincide con el décimo aniversario del Consulado del país en Mallorca a cargo del cónsul honorario Juan Torrente Blanch.

Entre los presentes en el acto se encontraba una nutrida representación del cuerpo consular. Asimismo, asistió el delegado de Gobierno, Ramon Socías; el comandante general de Balears, José Emilio Roldán; Josep Lliteres, director ejecutivo en funciones de Relacions Institucionals del Consell de Mallorca; y Juan Manuel Gómez, director general en funciones de Immigració i Cooperació.

Juan Torrente Blanch afirmó que durante estos diez años lo más importante ha sido «el cariño recibido de los filipinos». Salvo problemas «puntuales», el cónsul honorario del país considera que la comunidad está «muy integrada».

Por su parte, la cónsul general confirmó que sus compatriotas se sienten cómodos en España. «La mayoría no tiene problemas para conseguir la residencia o para regresar a Filipinas. Nosotros tenemos muchas cosas en común además del idioma, sobre todo, la alegría, la capacidad para sonreír; estamos a gusto en España», declaró.