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la mañana de ayer, y por espacio de hora y media, los príncipes de Asturias estuvieron recorriendo las distintas dependencias de la Fundació Pilar i Joan Miró de Palma, admirando las obras del artista universal que cuelgan de sus paredes, así como las dos exposiciones que se presentan estos días.

Así pues, cambiaron por un día la salida al mar, o la visita a la zona comercial de Palma, por un rato de cultura. Que en vacaciones incluso, nunca viene mal a nadie. Aunque, a decir verdad, a doña Letizia puede que le tire más poder estar unas horas rodeadas de arte que otra cosa, y en eso está influyendo bastante en su marido
Les guió durante la visita Jaume Reus. Ésta dio comienzo en el taller Sert. A continuación pasaron a Son Boter, taller de escultura y pintura, espacio muy íntimo del artista, donde quedaron fascinados por la atmósfera y, en especial, cuando contemplaron los grafitti a los que dedicaron muchos minutos de su tiempo. Por último llegaron al espacio ideado por Moneo, donde tampoco dejaron de sentir la atmósfera mironiana, quedando muy sorprendidos tanto de la luz como del color del espacio en sí, así como de las pinturas. Fue una visita que los egregios visitantes se tomaron sin prisas, observando detenidamente cuanto veían y disipando sus dudas preguntando. Algo después del mediodía, sorprendidos muy gratamente por lo que habían visto, abandonaron las dependencias de la Fundació que, según confesaron, nunca imaginaron que pudieran ser como las vieron, amplias, espaciosas, llenas de luz y color, rodeadas de jardines y con la fuerza de Miró en el ambiente. Una matinal jornada donde los visitantes de la propia Fundació quedaron sorprendidos al ver la improvisada visita de los Príncipes. lPedro Prieto
Fotos: Julián Aguirre