Así lo afirmó ayer el titular de Salut i Consum, Vicenç Thomás, en el acto de presentación del nuevo gerente del centro hospitalario, que se ha comprometido a potenciar la gestión, la calidad asistencial sanitaria y las relaciones con los centros de salud del área de influencia de la fundación.
Ricci, que en la anterior legislatura fue gerente de Son Dureta, agradeció su nombramiento y aseguró estar «muy contento» por formar parte de un hospital de las características de Son Llàtzer, «con la ayuda de todos podremos en marcha este nuevo proyecto, ya que el centro hospitalario tiene un gran camino por recorrer», puntualizó el nuevo gerente.
Preguntado sobre las agresiones producidas en el hospital a profesionales sanitarios el conseller dijo que vienen dadas por «pequeñas» disfunciones en relación con la atención, por lo que comentó que las medidas para que estos problemas no se vuelvan a repetir se tienen que poner «entre todos».
El gerente del IB-Salut, Josep Manel Pomar, dijo que la superficie disponible del hospital, unas 24 o 25 camas que no están siendo utilizadas, «se estudiara su mejor utilización».
Preguntado sobre la suspensión de las obras de Son Espases, el conseller apuntó que se encuentran en fase de «procedimiento técnico» y apostilló que cuando se procede a la paralización, «el primer día se lleva a cabo el acuerdo de suspensión, y, posteriormente, en un plazo de entre diez y treinta días se formalizará el acta de suspensión, que consiste en cuantificar lo construido, lo que hay en el solar, entre otros puntos a tener en cuenta», concretó.
Thomás dijo que en estos momentos se está procediendo a la tramitación y que espera que en los próximos diez días estará el acta completada, aunque tengan treinta para hacerlo.
En cuanto al aumento de las tarjetas sanitarias Thomás dijo que es una «realidad» el crecimiento de la población en Balears.
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