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Melitón Cardona, embajador de España en Dinamarca desde mayo de 2006, nos recibe en su residencia de Copenhague, que perteneció a uno de los dueños de la compañía de cerveza Carlsberg. Se trata de un chalet de 4 plantas ubicado a unos 500 metros de la embajada, en una zona residencial donde también se encuentran embajadas de otros países. Desde que se incorporó a su puesto, Cardona ha basado su labor en transmitir otra idea de España a los daneses. «Es importante que se sepa que nuestro país no es sólo fiesta, toros, sol y guerra civil, sino que existe otra España que cuenta con la tercera empresa de telecomunicaciones del mundo como es Telefónica, con bancos punteros en el panorama mundial y que, en definitiva, es la octava potencia económica mundial. Entonces, mi labor, que tiene que ver mucho con las relaciones públicas y la imagen, es incidir en estos aspectos y en dar a conocer el dinamismo y la pujanza de España en el terreno científico, artístico, gastronómico, cinematográfico...», explica Cardona en uno de los salones de la residencia. Lo español es algo que, como en otras partes del mundo, se encuentra de moda y, por ejemplo, en Dinamarca la lengua española ha desplazado a la francesa en el tercer puesto de las más usadas tras el danés y el inglés.

Además de esta vertiente, Cardona desarrolla una labor diaria de seguir la actividad política y económica de Dinamarca y estar al tanto de la posibles oportunidades comerciales para las empresas españolas. Otro punto importante de su gestión es el de hacer de puente entre Dinamarca y las embajadas y consulados sudamericanos, que no cuentan con los resortes de la Embajada española y, por supuesto, leer la prensa nacional e internacional y selecciona la información que se envía cada día a Madrid. Por las tardes llega el momento de los actos sociales, como el que tuvo el día anterior a la visita de Ultima Hora, una conferencia de Juan Pérez Mercader, director del Instituto de Astrobiología de Madrid.

Cardona cree que el cambio dado por España desde su entrada en la por entonces Comunidad Económica Europea, hoy Unión Europea, ha sido espectacular. «Creo que además de España, Irlanda es el único país que ha sabido aprovechar este hecho», explica. En cuanto a Dinamarca, le resulta muy curioso lo bien que una economía tan pequeña (4'5 millones de habitantes) se desenvuelve en un mundo globalizado. Cardona atribuye este éxito a varios factores. «Por un lado la educación, gratuita y de un nivel excelente con el bilingüismo con el inglés por bandera, y luego un sistema social basado en el despido libre pero con cobertura social alta e inmediata. Si a esto unimos que hay una obra de mano cualificada y crítica, en el sentido de que no se entiende la sumisión al jefe porque simplemente lo sea, sino que sus órdenes deben tener un sentido, nos encontamos con una sociedad tan pujante, que crea porcentualmente más empresas que Estados Unidos. El caso de las viñetas contra Mahoma que apareció en una publicación danesa es un ejemplo de esta crítica permanente que existe en el país. Recuerdo que el ministro de Trabajo danés me dijo que en España se preocupaban de mantener los empleos cuando en Dinamarca se preocupan de mantener las empresas».