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Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) tuvo conocimiento el pasado 23 de agosto, dos días después de las primeras inundaciones, que los problemas de las estaciones del metro por la acumulación del agua tenían su origen en el mal estado de las pluvialse. El informe que hizo SFM después de las inundaciones fue difundido ayer por la diputada del PP Mabel Cabrer, quien acusó al conseller Vicens de haber ocultado estas conclusiones para dañar la imagen del anterior Govern.

En sus conclusiones, el informe señala que aquellas inundaciones del mes de agosto se produjeron por un «episodio de lluvia excepcional», y la entrada de agua en la estación de Son Castelló provocó que que el caudal discurriese a través del túnel hasta la estación de Son Fuster, donde las bombas de achique no funcionaron. El informe reconoce que dichas bombas estaban preparadas para el agua que podía llegar a través de las rejas de ventilación de las estaciones, pero no para la que se acumula en una avenida, que es lo que ocurrió en Son Castelló el 21 de agosto y también hace unos días. «Ha habido negligencia y mala fe por parte de la Conselleria de Mobilidad. Sabían cómo solucionar los problemas, pero no han hecho nada desde el mes de agosto», acusó Cabrer, que estuvo acompañada en rueda de prensa por el portavoz adjunto del grupo popular, Joan Flaquer.

En Son Sardina ocurrió un problema similar a Son Castelló y Son Fuster Vell. En aquella estación de metro se acumuló el agua debido a un deficiente drenaje de la calle Verd, que provocó la entrada de agua a través de la escalera peatonal, según apuntan los técnicos.

El informe detalla que en Son Fuster Vell existen bombas suficiente para desalojar el agua que pueda llegar al interior, pero no para achicar lo que pueda llegar del exterior. Además, el informe señala que una de las bombas se obstruyó debido a que el agua llevaba una gran cantidad de vegetación, papeles y restos de basura. Los técnicos recomendaban que en Son Fuster Vell se asegurase el correcto funcionamiento de las bombas poniéndolas en marcha cada cierto tiempo.

En el caso de Son Castelló, los técnicos proponían la instalación de un escalón en la boca del metro para impedir la entrada de agua. «Hay que asegurar el correcto funcionamiento de la red de drenaje del Polígono con un adecuado mantenimiento y limpieza de los imbornales y ampliando los conductos en aquellas calles en que éstos sean insuficientes», decían los técnicos. El 23 de agosto, el informe solicitado por SFM pedía que se ejecutase unos imbornales perimetrales en las rejas de ventilación para evitar la excesiva entrada de agua por las mismas.