El Govern revisará «en su totalidad» la obra del metro de Palma ante «la improvisación total» con la que se diseñó el proyecto y a la vista de las «graves deficiencias» detectadas por técnicos de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) y el Ajuntament de Palma.
El martes volvió a llover en Palma y varias estaciones del suburbano (especialmente las de Son Sardina, Gran Vía Asima y Son Fuster Vell) se volvieron a inundar. Técnicos del Govern y del Ajuntament mantuvieron reuniones durante todo el día y, tras la última, el gerente de SFM, Jaume Jaume, compareció ante los medios de comunicación y desveló algunos detalles de las obras que, en su opinión, explicarían porque se ha llegado a esta situación. Jaume se negó a calificar de «chapuza» el proyecto pero sí utilizó esta expresión para referirse a algunos aspectos del mismo.
No hay fecha para la reanudación del servicio. Según Jaume se pretende que sea «cuanto antes», pero no se atrevió ni a dar una fecha ni un presupuesto. La Conselleria de Movilitat adelantará el importe de las obras pero luego se endosarán a la empresa responsable de los desaguisados.
Un primer dato que se aportó ayer: las obras de Son Castelló rompieron a cambiaron el dispositivo de colectores que recogen el agua. Explicó que se realizaron «codos» que alteraron su funcionamiento.
No sólo eso: algunas bocas de metro (como las de Gran Vía Asima) están orientadas en contra de la lógica (el agua que se estanca en el polígono baja por las escaleras); la estación de Son Sardina (ante la falta de pluviales en esa barriada) se ha convertido actúa como boca natural del agua que desbordaba antes las calles; las rejillas para la ventilación se construyeron a ras del suelo; la estación de Son Fuster Vell (la más afectada) tiene su entrada por debajo de la carretera y no tiene salida de aguas. Además, el paso interior se ha convertido en un depósito natural que (elemento positivo dentro de lo malo) evita que el agua llegue a la estación central. A través de unas filtraciones en Jacint Verdaguer, el agua se aproximó en las últimas lluvias a la Intermodal. Y un dato más: el metro ha provocado que el Polígono aún se inunde más por el cambio del signo de los colectores.
Las obras comenzaron anteayer. Se construyeron muretes en algunas entradas y continuaron las labores de achique. Pero van para largo y serán complejas. En la zona de Son Castelló serán precisos cortes de tráfico y habrá que colocar las rejillas de aire sobre parterres o construir badenes; habrá que revisar todas las entradas de agua, evaluar si el agua ha dañado el tendido eléctrico y reformar los depósitos. Emaya colaborará con el Govern.
«En ningún momento se ha puesto en peligro la seguridad de las personas porque hemos activado los mecanismos de seguridad», dijo Jaume quien añadió que el metro no puede permanecer abierto de momento.
Varias uniones de empresas se encargaron de las obras del metro: Dragados-Texa-Arrom; Sacyr-Melchos Mascaró; Aldesa-Mansa; Sampl-Cobra-Iemte y Diseño Global PM-Poinec.
La dirección de obras correspondió a Aina Garcías, ingeniera de Serveis Ferroviarios de Mallorca.
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