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P.C. La plataforma Salvem La Real, que rechaza de manera rotunda que el hospital de referencia de Palma se construya en los aledaños del monasterio de esa zona, contaron ayer con dos aliados de excepción en la manifestación que convocaron en la plaça de Cort: el portavoz del Bloc, Biel Barceló y el segundo teniente de alcalde y también dirigente del Bloc, Eberhard Grosske.

Con su presencia en la manifestación, a la que acudieron unas 300 personas, ambos líderes políticos quisieron reiterar su apoyo tácito a la iniciativa defendida por los miembros de la plataforma de impedir que el hospital se construya en Son Espases.

Grosske, además, citó cuatro posibles emplazamientos como alternativa a Son Espases: Son Hugo, Son Pons, Son Dureta (su reforma) y otra zona que no especificó, aunque dijo que se trata de un solar de unos 200.000 metros cuadrados en suelo rústico, con lo que su compra no encarecería mucho el proyecto de construcción del nuevo centro.

«Ratifico lo que han dicho los organizadores de la manifestación en el sentido de que espero de que ésta sea la última convocada para salvar Son Espases», declaró Grosske. «Creo que hay soluciones diversas que permitirían salvar Son Espases, y espero que el Govern finalmente se decante por esas vías alternativas. De hecho, estamos activamente hablando con todos los miembros del Govern para que no se decante por la vía de Son Espases».

Según el teniente de alcalde de Cort, «existe la alternativa de Son Dureta, pero también hay otras. Por tanto, no estamos sólo ante un choque de trenes entre Son Dureta y Son Espases, sino que hay otras posibilidades que permitirían construir un hospital de forma rápida, sin ningún coste económico, y creo que el Govern tendría que hacer un esfuerzo y ser sensible con su propio discurso de los últimos cuatro años». El líder del Bloc y secretario general del PSM, Biel Barceló, asumió que proteger el territorio tiene «un coste» que a su juicio se ha de afrontar. Puso como ejemplo de ello la denegación por parte del Consell de Mallorca del interés general para construir un campo de golf en Son Real, decisión que podría suponer el pago de indemnizaciones por parte de la institución, pero que sólo por haberla tomado el pacto de centro izquierda «ha valido la pena».