Mascaró, Pascual, Armengol, Alemany y Bonet (en representación de todos los grupos del gobierno), durante una de las votaciones. Foto: MIQUEL A. BORRÀS

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El Consell de Mallorca aprobó ayer, con el voto en contra del PP, la nueva tarifa de basuras, es decir la tasa que se paga por el tratamiento de residuos desde que funciona la incineradora de Son Reus. Aunque esta tasa la recaudan los ayuntamientos, la gestiona el Consell de Mallorca. Pasa de 94 a 119 euros, lo que representa un aumento del 26%.

Durante su intervención, Catalina Julve (de UM, responsable insular de Medi Ambient) justificó el aumento en que no se han cumplido las previsiones de recoger 96.000 toneladas del nuevo servicio de tratamiento de escombros de obras -finalmente sólo han sido 17.000- y en que la concesionaria ha tenido menos ingresos de los esperados por la venta de energía.

Recordó, además, que en la citada tasa se imputan un gran número de conceptos -incineración, tratamiento de fangos, compostaje o limpieza de parques verdes- e incluso el alquiler de unos terrenos en Palma para evitar el funcionamiento de vertederos, y que se han visto incrementados los gastos en materia de recogida selectiva.

Según Julve se harán esfuerzos para intentar rebajar la tasa en próximos años, algo que el portavoz de su partido, Miquel Àngel Flaquer, ve poco factible.

La del PP fue la única voz contraria a la subida. Jaume Font recordó que la propia presidenta Armengol dijo que en su discurso de toma de posesión que el objetivo era rebajar esta tasa y consideró que debía recaudarla el propio consell y no los municipios.