Algunas de las fotografías simulan rostros oníricos, sacados de una película de ciencia ficción.

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Algunos dicen que fueron seres vivos que nos precedieron y otros que fueron seres que estuvieron de paso por nuestra tierra y en un momento dado la abandonaron. Sus imágenes pudieron quedar impresas en las cortezas de los árboles. Son rostros humanos, de animales, caretas, esqueltos, figuras mitológicas y futuristas que encierran toda la magia de una teoría fantasiosa en la exposición 'El rostre de les oliveres', inaugurada ayer por la tarde en Can Alcover. Se trata de 25 fotografías, en blanco y negro y en color, «buscadas a lo largo de los últimos dos años. Es muy difícil ver los rostros. A veces vamos a un olivar y no descubrimos nada. Regresamos otro día y los vemos. Los rostros hay que buscarlos, hay que descubrirlos. Para eso es muy importante la capacidad de captar estas imágenes», afirma Pere Ferrer, quien junto a José Sedano y Daniel Ferrer son los autores de esta curiosa exposición. Más de 2.000 fotografías han captado los autores, de las cuales seleccionaron 500 y después 25. «Todas las fotos se han tomado en Mallorca y casi todas en la Serra de Tramuntana. Son olivos de montaña. Comenzamos haciendo fotografías cuando íbamos de excursión y al final, después de varios miles de fotos, decidimos que nos teníamos que centrar en un solo aspecto. Teníamos varias opciones: formas, colores, texturas... Al final, nos decidimos por los rostros y en los últimos dos años nos hemos centrado en eso. Creo hasta ahora no se había hecho una exposición con este tema tan especial», añade Jose Sedano.

Mercedes Azagra
Fotos: M.À. Cañellas