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La Conselleria de Mobilitat dio órdenes, ayer, para apuntalar con urgencia el túnel del metro, a la altura de la estación de Jacint Verdaguer, al comprobar que el techo había cedido más de 50 centímetros.

Antoni Verger, director general de Mobilitat, explicó que las obras iban a comenzar durante la noche ya que el tren de Inca también atraviesa por el túnel y sólo se puede trabajar cuando las vías estén despejadas. De cualquier modo, la caída del techo coincide con la vía del metro y no con la del tren.

La auditoría interna encargada desde la Conselleria de Mobilitat a raíz de los fallos detectados en el metro descubrió a finales de mes que el túnel estaba cediendo.

Verger dijo que la catenaria del metro se había doblado. La catenaria es el cable eléctrico que permite funcionar al metro.
«No es normal que en tan poco tiempo ceda el túnel; unas simples lluvias no pueden causar esos daños si la obra está bien hecha», indicó el director general que informó que el ingeniero Francisco Gimeno se había hecho cargo de la dirección de toda la obra tras la sustitución de Aina Garcías.

«La situación es preocupante y de lo que se trata es de impedir males mayores», indicó el director general quien, además, insistió en que los técnicos que están completando la auditoría han insistido mucho en «el peligro» que supondría no actuar inmediatamente.

Desde Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) se recordó ayer que metro y tren circulan por el mismo túnel y que es mejor atajar cuanto antes el problema.

Las obras pueden durar dos noches. Las lluvias de anteayer, precisaron, no son las causantes del hundimiento pero sí la humedad acumulada desde que entró en funcionamiento el servicio. El agua entra por las ventanas de ventilación y por la ausencia de un sistema de drenaje y evacuación de aguas pluviales.

El anterior Govern aprovechó las obras de soterramiento del tren a su entrada a Palma y de la estación intermodal para la construcción del suburbano, que actualmente no está en servicio hasta que se resuelvan todos los fallos.

Tras cambiar al responsable de la dirección de las obras, el conseller de Mobilitat Biel Vicens dijo que no se había descartado la vía judicial para depurar responsabilidades pero que, de momento, «de lo que se trata es de ir actuando con premura para que pueda reanudarse el servicio cuanto antes».

De momento, la Conselleria de Mobilitat se hará cargo del coste de todas las obras, incluidas la de apuntalamiento de la techumbre del túnel.
Posteriormente, cuando se tenga completa la auditoría, se decidirá a quienes se pasan los gastos y si caben sanciones.