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El conseller de Turisme, Francesc Buils, dio a conocer ayer en el Parlament, en el transcurso de su comparecencia en la Comisió de Turisme para dar a conocer las líneas de actuación en esta legislatura, que está en conversaciones con el Ministerio de Hacienda para, a través de la Agencia Tributaria de Balears, «controlar, perseguir y erradicar la oferta complementaria y residencial ilegal, aunque siempre se ayudará a aquella oferta que quiera regularizar su situación».

La Conselleria de Turisme quiere controlar al máximo toda la oferta turística para evitar el fraude fiscal, la competencia desleal y el daño que esta oferta ilegal hace a la imagen turística de Balears.

Buils, asimismo, se marcó como prioridad en esta legislatura «apostar por el sector hotelero, reconvertir zonas turísticas maduras como la Platja de Palma y lograr mayores equipamientos e infraestructuras».

En este sentido, dijo que para lograr estos retos, buscará el «consenso y la cooperación con el sector público y privado. Se trata de seguir en la misma línea de actuación de la pasada legislatura, que fue el camino correcto para sentar las bases del máximo diálogo con todos los sectores turísticos».

Respecto a los objetivos en materia de calidad y evolución de visitantes, Buils apuntó que su objetivo no llegar a los 20 millones de visitantes que vaticinan algunos expertos en 2020. «El modelo territorial de las Islas no permite excesivos incrementos en el número de visitantes. Lo que queremos es un cambio tranquilo en el modelo turístico que mejore la rentabilidad. Es por ello que se está elaborando un plan estratégico con el consenso de todo el sector para dar soluciones a problemas concretos y mejorar, ante todo, la calidad de los turistas que llegan a las Islas», puntualizó el conseller ante los requerimientos realizados por el portavoz del PP en dicha comisión, el ex conseller de Turisme, Joan Flaquer.