TW
0
VICTORIA GRIMA La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Palma decidió ayer por unanimidad nombrar al empresario Miquel Lladó como defensor de la Ciudanía. Esta nueva figura municipal, que empezará a funcionar a finales de año, intermediará entre la Administración municipal y las reclamaciones ciudadanas.

Tras el nombramiento, la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, aplaudió «el consenso» alcanzado entre las distintas fuerzas políticas. Asimismo, agregó que Lladó -ex presidente de la Cámara de Comercio y de Afedeco- «encarna la mejor propuesta posible, por tratarse de un palmesano de reconocido prestigio tan comprometido con la sociedad». El cargo se ratificará durante la sesión plenaria del próximo mes de noviembre.

Por su parte, Lladó insistió en dotar a su figura de «vocación activa para solucionar las principales preocupaciones y problemas de los ciudadanos». No obstante, recalcó que «valdrá la pena asesorarse para no inventarse todo, ya que esta figura parte de cero al ser de nueva creación».

Asimismo, el empresario mallorquín avanzó que una de sus primeras actuaciones será reunirse con los representantes municipales y distintas entidades «para conocer de cerca la realidad». Lladó remarcó que «siempre hay cosas que mejorar, por lo que escuchar a los ciudadanos nos ayudará a hacer una Palma todavía mejor», concluyó.

En concreto, Lladó se convertirá en «canal de diálogo, estudio y seguimiento de problemas» de la ciudadanía ante la Administración, según el Reglamento Orgánico de los Derechos de la Ciudadanía. La duración de su mandato se establece en cinco años y sus actuaciones serán gratuitas para la persona interesada.

Esta nueva figura, la primera de este tipo creada en las instituciones baleares, contará con el apoyo de la Oficina del Defensor de la Ciudadanía. Un organismo que recibirá y tramitará las sugerencias y reclamaciones que consideren los ciudadanos.