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El ex alcalde de Andratx Eugenio Hidalgo amenazó a un promotor imputado en la causa, Jaime Ríos, de la inmobiliaria Espacio SL, de «cortar el grifo» si no aceleraba las gestiones que estaba desarrollando para la modificación de una licencia mal expedida por exceso de superficie en la calle Sorell de ese municipio.

Hidalgo prestó declaración ayer ante el juez instructor, Àlvaro Latorre, el fiscal anticorrupción Pedro Horrach y los abogados personados en la pieza número 64 del 'caso Andratx', relativa a construcciones en el Port de Andratx y al complejo turístico Mini Follies. La inmobiliaria Espacio adquirió en 1999 los terrenos donde se levanta el Mini Follies.

Tanto Hidalgo como Ríos escucharon ayer sendas grabaciones de 'pinchazos' telefónicos que reflejan, al parecer, comprometidas afirmaciones sobre el 'modus operandi' en las negociaciones para sacar adelante los proyectos urbanísticos.

Tras insistir en que «nunca» cobró cantidad alguna por modificación del convenio ni por ninguna actuación urbanística, Hidalgo aclaró que la expresión «cortar el grifo» se refería a que «no quería que lo marearan más porque ya había hecho las gestiones oportunas».

También, el ex alcalde escuchó otra grabación de su teléfono en la que remitía a Ríos al entonces abogado del Ajuntament, Ignaci Mir. Tras advertir que era una conversación «confusa», admitió que le había dicho a Ríos que hablara con Mir, «pero siempre en el marco de la legalidad», subrayó.

Jaime Ríos, por su parte, fue interrogado por un escrito que supuestamente había remitido al entonces jefe del área de Urbanismo del Ajuntament de Andratx Jaume Massot. El promotor no reconoce en principio a Massot como el destinatario de su escrito. Explicó que la inmobiliaria Espacio adquirió unos terrenos que aseguraban el uso hotelero y también residencial, circunstancias que calificó de «determinantes». También el promotor se refirió a Patrick Duchemin, Yann Theau, Detursa (imputados en las dobles ventas de Cala Llamp) y José Feliu en la cesión del vial de la calle Sorrell. En ese contexto, explicó que Feliu le había dicho que habían vendido Detursa a Theau, pero que «conocía» a a un tal Patrick Duchemin, «que trataba sobre esos temas». Añadió que Duchemin «le recomendó» que acudiera a la notaría del señor Delgado (Àlvaro) ya que tenía «toda la documentación a mano». Dijo, asimismo, que en la notaría de Àlvaro Delgado coincidió durante 15 minutos con Theau (sobre el que pesa una orden de búsqueda y captura europea) y Duchemin para formalizar una nueva escritura de cesión a su favor del vial de la calle Sorrel.