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El presidente del Instituto de Empresa Familiar, Joan Roig, aprovechó su discurso inaugural del X Congreso Nacional de la Empresa Familiar, que desde ayer se celebra en Palma, para hacer un llamamiento al consenso de todos los partidos políticos para crear un «clima de confianza» a los empresarios españoles.

Las palabras de Roig tienen una trascendencia incuestionable cuando entre los ponentes del Congreso figuran el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Para el dirigente del Instituto de Empresa Familiar alcanzar un ambiente de estabilidad política es el paso previo a la mejora de los niveles de inversión, de creación de empleo y la mejora de la competitividad de la economía española frente a la otros países occidentales. Hacía tiempo que un dirigente empresarial no se mostraba tan explícito a la hora de reclamar unidad de acción a las principales fuerzas políticas, punto que revela el grado de preocupación que provoca el actual clima de crispación que se percibe en la presente legislatura y que no resulta aventurado presagiar que seguirá creciendo en los próximos meses.

No cabe duda que la intervención del ex vicepresidente de los Estados Unidos y reciente premio Nobel de la Paz, Al Gore "cuya invitación evidencia el talante del Instituto de Empresa Familiar", ha permitido poner un punto de polémica y debate en el Congreso respecto a uno de los temas más preocupantes y que afectan al conjunto de la Humanidad: el cambio climático. Con independencia del divismo de Gore, las tesis presentadas ayer en Palma merecen, como mínimo, ser sometidas al contraste científico e incorporarlas a las políticas medioambientales de todos los países.