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Poco después de darse el «Sí quiero» y protagonizar una de las más comentadas bodas, de este año, Borja Thyssen y Blanca Cuesta, viajaron ayer hasta Eivissa, por primera vez, convertidos en matrimonio.

La feliz pareja que frecuenta en los meses de verano la isla pitiussa estuvo ayer visitando diferentes lugares. A diferencia de las otras ocasiones, Borja, y su mujer, Blanca pasearon sin levantar tanta expectación de curiosos ni cámaras indiscretas. Blanca Cuesta, quien por cierto, lució una pronunciada barriguita de embarazada, vestía con unos ajustados pantalones vaqueros y una, también ajustada, sudadera, con sandalias, a pesar de las bajas temperaturas . Acompañados en todo momento por su escolta privado, la pareja se encontró con algunos amigos.

Presumiblemente el motivo de su viaje, no es precisamente pasar unos días de descanso o de luna de miel, debido a que tan sólo hace un mes que se casaron, a pesar de la oposición de la baronesa Thyssen. Sino que, en esta ocasión, Borja y Blanca parece estar buscando casa donde disfrutar de los veranos.

Un lugar donde la pareja conviva con tranquilidad e intimidad y no en la embarcación «Mota Mua», de Tita Cervera, con quien comparten su estancia durante el verano, tanto en Eivissa como Mallorca.