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P.C./EFE El Instituto de Reinserción Social (IRES) en Baleares ha atendido desde que se creó en el archipiélago a un total de 7.652 personas, la mayor parte de ellas, 6.518, dentro del servicio de atención social en los juzgados isleños.

Estos son algunos de los datos que ha proporcionado ayer Carlos Gómez, presidente de la Audiencia Provincial de Palma, en el acto de celebración del veinte aniversario del instituto en Balears, que ha presidido el presidente del Govern, Francesc Antich, y ha contado con la presencia del presidente del Tribunal Superior de Justicia de las Islas, Antoni Terrasa, y el fiscal jefe, Bartomeu Barceló.

Antich, en concreto, anunció mejoras legislativas para atender lo que denominó «una demanda creciente» de esos servicios sociales.
El acto, en el que han intervenido diversos responsables de la Fundación IRES, ha estado marcado por reiteradas peticiones para que el trabajo en reinserción, sobre todo en el ámbito penal, tenga el reconocimiento oportuno a nivel social y político.

El IRES, que se constituyó como fundación hace apenas un año, nació en Catalunya en 1969 y comenzó a trabajar en Balears en el año 1987 con su servicio de atención en juzgados (SASJ).

El año pasado tenía seis programas en marcha, el más numeroso el SASJ, que atendió a 317 personas, mientras que asistió a 73 personas con una medida penal alternativa a la prisión, impartió un taller de hostelería a 53 usuarios, atendió a 38 mujeres con el grupo de apoyo a mujeres inmigrantes, dio un curso de servicios generales básicos a 26 personas y atendió a otras 19 en el programa Isla, que en 2006 se dedicó a un curso de auxiliar de restaurante-bar.

Después de años centrada en las áreas de inclusión social y de acción dentro del sistema judicial, la Fundación IRES tiene previsto iniciarse en los campos de la violencia familiar y de género y en el campo de la infancia, juventud y familia en las islas.