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La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), que preside Francisco José Alcaraz, organizó este fin de semana en Madrid la que ha sido la undécima manifestación en contra de la política antiterrorista del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Esta nueva convocatoria es extemporánea, toda vez que la mayoría de sus reclamaciones pertenecen a debates ya superados; como la oposición a la negociación con ETA o el supuesto desinterés en la captura de sus integrantes.

Alcaraz, con el llamamiento a la protesta, pone, de nuevo, la Asociación de Víctimas del Terrorismo al servicio de una sola opción política: el Partido Popular, a escasos cuatro meses de la celebración de las próximas elecciones generales. Los dirigentes de la AVT se obstinan en mantener una actitud que divide al, por desgracia, amplio colectivo de víctimas del terrorismo en España y que, además, sirve para dar cobijo "se supone que involuntario" a los grupos más radicales de la derecha.

En esta ocasión, el presidente nacional del Partido Popular, Mariano Rajoy, no ha estado presente en esta undécima manifestación contra el Gobierno, consciente de que ante la cita electoral de marzo no le beneficia la vinculación con la asociación de Alcaraz. Sin embargo, la cúpula de los conservadores "Acebes, Zaplana, Aguirre, García-Escudero, San Gil o Astarloa, entre otros" sí que ha querido acudir a esta nueva cita de una organización que representa a un sector de las víctimas de ETA y sus familiares.

Se ha dicho hasta la saciedad que el terrorismo debería quedar al margen, en los aciertos y en los errores, de la confrontación política de los partidos democráticos; una premisa que en esta legislatura el PP se ha negado a admitir y que puede acabar pasándole factura en las urnas.