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VICTORIA GRIMA Con el convencimiento de poder cambiar las cosas y extender la educación entre la población marginal, François Gravel, director académico de la Universidad del Pacífico de Colombia, se encuentra estos días en Mallorca para contribuir a «hacer visible» los grupos culturales afrocolombianos, «ignorados» durante tanto tiempo por las instituciones y la propia sociedad.

En su búsqueda imparable de recursos, Gravel trabaja conjuntamente con la Universitat y el Govern para la implementación de un Centro de Documentación Cultural Afrocolombiana en la biblioteca montada por el Servei de Biblioteca i Documentació de la UIB y la ONG Llevant en Marxa en la localidad colombiana de Guapi.

Una iniciativa «clave» para dotar de mecanismos de información a una población «pobre y olvidada» que podrá así, asegura, conocer sus derechos, desarrollarse y construir sus proyectos.

En este sentido, apunta que las nuevas armas informativas permiten «reivindicar grandes necesidades, al acceder a estudios y diagnósticos sociales o medioambientales, por ejemplo, en un lugar donde no existe vía terrestre para desplazarse y donde la educación es precaria». La creación de una biblioteca virtual para acceder a los documentos públicos del Estado complementa la misión de la Universidad del Pacífico, ubicada en la región con mayor densidad afrocolombiana y por tanto, la más pobre del país.

Gravel ahonda en la historia para recordar que sus habitantes descienden de aquellos esclavos que habitaron la zona y que ahora «participan de la esclavitud del siglo XXI o la invisibilidad de los pueblos marginales de Colombia». El director académico puntualiza que «la esclavitud se abolió en 1851, pero hasta la Constitución del 91 ni siquiera se les reconoce como grupo étnico».

No obstante, agrega, que hay que esperar hasta el 2000 para que empiece a funcionar una Universidad en esta zona y proporcionar, así, «una educación superior a la población afrocolombiana que contribuya a que las propias personas construyan su región».