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La tasa de residuos fue ayer la protagonista de la segunda Assemblea de Batles, convocada de forma extraordinaria para debatir el incremento del 26 por ciento de la tarifa aprobado en el último pleno del Consell de Mallorca. La moción, presentada por los ayuntamientos del PP, fue rechazada.

La reunión, celebrada en la Escola d'Hoteleria, se celebró en un tono «moderado», según Miquel Rosselló, conseller insular de Cooperació Local. Diferentes alcaldes intervinieron para tratar el tema del incremento de la tasa de residuos, a cuyas cuestiones respondió la consellera insular de Medi Ambient, Catalina Julve.

Durante el encuentro, Catalina Soler, la primera edil de Felanitx, criticó la subida de la tarifa debido, a su parecer, a un error de Tirme. Julve le contestó que no se trataba de un error, sino de que el número de toneladas a tratar no había sido el previsto. En ese instante, la consellera insular recordó a Soler lo duro que resultaba tener que aumentar los impuestos a los ciudadanos como ha tenido que hacer la alcaldesa de Felanitx, en alusión al incremento del 20 por ciento en materia de recogida de residuos aprobado por el Ajuntament de Felanitx en el pleno de noviembre.

La tasa de residuos que el ciudadano paga incluye el tratamiento y la recogida de los residuos. El tratamiento depende del Consell, por lo que es la institución insular la que decide si hay que aumentar o no este apartado. La recogida, por su parte, recae en los ayuntamientos, al igual que el decidir a cuánto debe ascender esta parte. Precisamente, otra de las cuestiones que ayer se puso sobre la mesa fue la posibilidad de que sea el Consell quien se encargue de cobrar la tasa y no los consistorios, como sucede en la actualidad.