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No podrá detectar grandes tormentas como la vivida el pasado 4 de octubre en Mallorca con días de antelación, pero sí dos horas antes de que llegue. El Instituto Nacional de Meteorología (INM) inauguró ayer el nuevo radar de Cap Blanc, en Llucmajor, que permitirá diagnosticar fenómenos severos a muy corto plazo. Los principales usuarios serán el sector aeronáutico, protección civil y los ciudadanos interesados.

El radar «mejorará y aumentará las predicciones», según Francisco Cadarso, director general del (INM). Además, al estar ubicado en un punto estratégico, permitirá «observar todo el Mediterráneo» y «estudiar los fenómenos típicos de la zona».

Observación
Agustí Jansà, director del INM en Palma, recordó, sin embargo, que «no se trata de un instrumento de predicción y sí de observación de lo que sucede». Es decir, al basarse en «un espectro de valores de gotas de lluvia», el radar detecta dónde está lloviendo, con qué intensidad lo hace y hacia dónde se desplaza la tormenta, pero no si se producen caps de fibló o la intensidad del viento. Con los datos que se obtienen, el INM «interpretará las imágenes» y, a través de ellas, «extraerá la información».