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El segundo encuentro que han mantenido el presidente del Govern, Francesc Antich, y la jefa de la oposición en el Parlament, la conservadora Rosa Estaràs, arroja como principal resultado un acuerdo de bases sobre la política de protección del territorio; un pacto institucional que debe resolver uno de los temas fundamentales para asegurar el futuro de Balears.

Antich y Estaràs han logrado crear un nuevo clima, en este inicio de la legislatura autonómica, en las relaciones entre el Govern y la oposición que permite poner sobre la mesa los temas sobre los que la sociedad balear reclama acuerdos estables, duraderos, ajenos a la confrontación partidista.

La orientación que está imponiendo Rosa Estaràs, como presidenta del Partido Popular, a su grupo parlamentario pone de manifiesto un cambio radical de orientación de los conservadores en materia de protección territorial y ordenación urbanística, incluso por delante de las pretensiones del Govern de centroizquierda. Todo indica que en esta nueva etapa, tras las pasadas elecciones autonómicas, el PP está dispuesto a liberarse de los clichés que se le han atribuido; una estrategia que también puede acabar provocando confusión entre su amplio electorado.

Sólo el tiempo podrá confirmar o desmentir el giro de los conservadores y el grado de credibilidad que obtengan cuando se trate de abordar las cuestiones proteccionistas, un aspecto que cabe suponer que sus actuales dirigentes lo están valorando.

En todo caso hay que celebrar el importante avance logrado ayer entre el president Francesc Antich y Rosa Estaràs, por fin se vislumbra la posibilidad de que sea posible poner en práctica en Balears una política con altura de miras.