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El director general de Consum del Govern, Diego González, informó ayer de que a partir del próximo año su departamento tiene previsto acometer una campaña de control específica del sector de los comercios que venden productos asiáticos importados de una calidad y un precio bajo.

Por lo pronto, explicó el responsable autonómico, «se realizará una labor de mediación, mediante reuniones con los representantes de este sector para intentar que ellos mismos apliquen medidas de autocontrol y no lleguen al mercado productos peligrosos».

González afirmó que en estos momentos en Palma debe haber cerca de un centenar de estos comercios de productos asiáticos que venden a bajo precio, y unos 150 en toda Mallorca «y durante el año se retiran muchos productos».

No obstante, el director general recordó que los problemas o fallos en la seguridad de los juguetes no sólo son achacables a estos comercios, «pues recientemente hemos conocido casos de marcas muy importantes que han detectado algún juguete peligroso, aunque la ventaja de estas empresas fuertes es que ellas mismas los retiran del mercado de forma voluntaria».

Entre unos y otros, recordó, durante este año la Conselleria ha retirado del mercado un total de 5.400 unidades de juguetes que representaban un riesgo, «como pistolas de arrojan objetos peligrosos, otras con punteros láser dañinos para la vista, otros objetos que comportaban riesgo de asfixia, con ventosas fácilmente desprendibles o con pilas expuestas a los menores,...».

Para evitar la compra de estos juguetes, recomendó, «es fundamental fijarse bien en las etiquetas, y comprobar que el juguete está homologado y cumple las normativas» tanto nacionales como europeas.

Y es que, «la compra responsable pasa tanto por la elección de un buen juguete, que no contribuya al desarrollo de conductas violentas o sexistas -ante lo que aclaró que los juguetes bélicos o sexistas no son sancionables-, como por comprobar que el objeto cumple las normas de seguridad necesarias para no poner en peligro la integridad de los menores.

«La campaña o el seguimiento se realiza durante todo el año, aunque lógicamente se intensifica en épocas de fuerte consumo, como son las fiestas navideñas y se hacen campañas informativas para los comerciantes».

La sanción se impone, tan sólo, cuando el distribuidor o el comerciante se niegan a retirar el juguete una vez advertidos.