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LAURA MOYÀ Caminar por la Tramuntana engancha. En 2006, 5.795 personas pernoctaron en alguno de los tres refugios de la ruta de la Pedra en Sec que abren durante todo el año. Además, desde el Consell de Mallorca se está trabajando para aumentar el número de albergues del recorrido. De momento, ya ha reabierto sus puertas el del Pont Romà, en Pollença, inaugurado en el mes de abril junto al de Son Amer (Escorca), que empezó la temporada de invierno en septiembre. Mientras, la institución insular sigue negociando con el Govern la incorporación del refugio de Sa Coma d'en Vidal y ultima los detalles para empezar las obras de restauración del de La Trapa. Tampoco se descarta adquirir nuevas instalaciones.

Desde el 8 de agosto de 2006 y hasta finales de año, durmieron en el refugio de Can Boi de Deià 835 personas. En el de Muleta, en Sóller, la cifra asciende hasta las 2.207 personas, aunque abarca todo el año. El albergue de los Tossals Verds fue el más concurrido de todos: 2.753 personas durante 2006. Precisamente, las visitas a este último, situado en Escorca y en funcionamiento desde 1995, se incrementaron en 2006 en 220 personas con respecto al año anterior.

Sin embargo, el refugio de los Tossals Verds se caracteriza, también, por ser un lugar al que los excursionistas acuden a comer, superando incluso la cifra de personas que se quedaron a dormir. En 2006, 3.394 personas pasaron por el refugio para almorzar y sólo pasaron la noche 2.753. Esta situación se repite en el de Muleta, donde comieron 2.770 personas y durmieron 2.207, y no en el de Can Boi, donde almorzaron 420 personas y pernoctaron 835.

Los dos refugios más veteranos, el de Muleta y el de los Tossals Verds, han visto incrementado año a año el número de excursionistas que han utilizado alguna de sus instalaciones. Así, en el de Sóller han dormido desde su inauguración en 2001 11.765 personas, han desayunado otras 8.322, han comido 14.004 senderistas y han cenado otros 7.605. En el de los Tossals Verds, por su parte, han desayunado 21.793 personas, han comido 43.521, cifra que demuestra que los excursionistas lo visitan muy a menudo sólo para comer; han cenado otras 21.245 personas y han pasado la noche 24.692. Este refugio es el que lleva más años en funcionamiento de los tres.

Catalina Julve, consellera insular de Medi Ambient, aseguró que desde el Consell se trabaja para «completar la ruta de Pedra es Sec», que empieza en Andratx y finaliza en Pollença, así como para «conseguir llegar a acuerdos con los propietarios o municipios por donde pasa» para, de esta manera, «finalizar la señalización informativa y orientativa».

Otro de los puntos que está gestionando el Consell es la potenciación de las nuevas tecnologías. De esta manera, las personas que quieran reservar una plaza en alguno de los refugios de Mallorca podrán hacerlo a través de la página web promovida por la institución insular, una página que se actualizará constantemente.

Por otra parte, Julve recordó la necesidad de «conservar» los trabajos de restauración que las brigadas de margers y trabajadores forestales han llevado a cabo durante estos años en los caminos de la ruta de Pedra en Sec. «Hemos avanzado mucho hasta el momento, pero hay que conservar las rehabilitaciones que hemos realizado para mantener los recorridos en buenas condiciones», en palabras de Julve.

En un plano más técnico, la institución insular está redactando en la actualidad un Pla Especial d'Ordenació i Protecció para regular la ruta de Pedra en Sec y la de Artà-Lluc. «La aprobación de los planes especiales nos permitirá disponer de instrumentos jurídicos de protección y regulación de los usos de los recorridos, algo muy necesario», aseguró la consellera.

Por lo que concierne a la ruta que va de Artà a Lluc, la responsable del departamento de Medi Ambient afirmó que «se están acondicionando los caminos que transcurren por las fincas que han firmado acuerdos de colaboración con el Consell». También se están estudiando «las opciones que en materia de equipamiento existen en esta ruta» para, de esta manera y en el futuro, «poder incluirlos en la red de refugios» del ejecutivo insular.