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Ocho comunidades autónomas (Cataluña, País Vasco, Galicia, Canarias, Navarra, Valencia, Aragón y Andalucía) han logrado hacerse oír directamente en el Congreso de los Diputados desde que se celebraron las primeras elecciones generales en 1977.

Durante la última legislatura, la que surgió de las elecciones de 2004, ocho formaciones nacionalistas han ocupado uno o más escaños en el Congreso: CiU (10), ERC (8), PNV (7), Coalición Canaria (3), BNG (2), Chunta Aragonesista (1), Eusko Alkartasuna (1) y Nafarroa Bai (1). Dos comunidades han estado representadas año a año desde 1977, PNV y CiU, aunque en la primera legislatura los partidos que forman Convergència i Unió se presentaron por separado.

El nacionalismo con voz propia en el Congreso ha ocupado un abanico amplio: desde grupos como Batasuna (sin escaños en esta legislatura, y que se ha presentado con siglas diversas), próximo al independentismo vasco y a ETA; a partidos que serían más bien regionalistas, al estilo de Unió Mallorquina (UM), como Unió Valenciana (UV) o el Partido Arganonés Regionalista (PAR).

A los 30 años de las primeras elecciones, todos los partidos de la esfera nacionalista podrían presentarse juntos si, como todo apunta, el Consell de Direcció Política del PSM, máximo órgano del partido entre congresos, ratifica el acuerdo de la Ejecutiva de formalizar una candidatura con Entesa Per Mallorca (EpM), Unió Mallorquina (UM) y la sección balear de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Balears es la única comunidad autónoma con lengua propia que no ha logrado nunca una voz nacionalista en el Congreso. Comunidades como Andalucía sí lograron escaños: a través de Partido Socialista de Andalucía (PSA), luego reconvertido en Partido Andalucista (PA).