Dos de los detenidos salen del cuartel de la Guardia Civil de Santanyí. Foto: GUILLEM MAS

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JAVIER JIMÉNEZ

Trece horas de diferencia y dos pateras. Santanyí fue escenario ayer del mayor desembarco masivo de inmigrantes en Balears: la primera embarcación dejó al menos 19 inmigrantes, que fueron arrestados, y la segunda, por la noche, a unos 12, que al cierre de esta edición estaban siendo buscados por la Guardia Civil.

El buen estado de la mar propició que en la jornada de ayer las pateras fueran las protagonistas, al menos desde el punto de vista policial. A las seis y media de la mañana, con el agua inusualmente mansa, un vecino de Cala s'Almunia reparó en unos individuos que trepaban por las rocas. Minutos después un policía local de paisano, que se incorporaba al trabajo en su cuartel de Santanyí, se topó con otros inmigrantes sospechosos, cada uno con una mochila. Rápidamente el COS (la central operativa de la Guardia Civil) puso en marcha un dispositivo «cerrojo», en el que participaron patrulleras por mar, el helicóptero por aire, y todas las patrullas disponibles por tierra. En total, más de medio centenar de agentes se desplegaron en Santanyí y los alrededores, apoyados por funcionarios de Tráfico, que establecieron controles en las vías de entrada y salida. La Policía Local de Santanyí, como es habitual en estos casos, colaboró activamente con la Benemérita.

A las siete y media de la mañana, una hora después del desembarco, ya habían sido interceptados cinco de los inmigrantes. Poco después cayeron otros siete, también en Santanyí y finalmente fueron arrestados en un autobús en Llucmajor los siete restantes. En total, 19 detenidos. Sin embargo, es complicado determinar si fueron más los que bajaron a tierra y consiguieron burlar el cerco policial.