La exención sólo se refiere a la evaluación de la materia de catalán, no a la asistencia a sus clases.

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En lo que va de curso escolar se han presentado 391 solicitudes de exención de evaluación de la asignatura de Lengua y Literatura Catalana en Balears (el curso pasado se cerró con 530 peticiones), de ellas ya se han tramitado 212 con el resultado de 195 concedidas, 15 denegadas y dos archivadas, según los datos de que dispone la directora general de Administració, Ordenació i Inspecció Educativa, Maria Gener.

La cifra de solicitudes de exención se elevará, a buen seguro, hasta las 400 o 500 reclamaciones al final del curso, como ha venido sucediendo en los últimos cursos, ya que hay que tener en cuenta que a lo largo del año escolar seguirán llegando nuevos alumnos que podrán presentar esta solicitud y que también hay peticiones ya presentadas pero pendientes de estudio.

De las 212 solicitudes tramitadas, 3 fueron realizadas por alumnos de Primaria (las tres concedidas), 64 por estudiantes de ESO y 98 por alumnos de Bachillerato. Otras 7 partieron de estudiantes de Secundaria para Adultos, 23 fueron solicitudes de exención del catalán para las pruebas de selectividad (algo que se puede demandar siempre que se haya cursado uno de los dos años de Bachillerato fuera de Balears), 14 para las pruebas de acceso a ciclos formativos y 3 para las pruebas libres de Secundaria
Así, la mayor parte de las dispensas reclamadas provienen de alumnos de Secundaria que se han incorporado a un centro sin haber estudiado catalán en la Educación Infantil y Primaria, procedentes de otra comunidad autónoma o de un país extranjero. Aunque en menor medida, también se dan casos de peticiones de alumnos de Infantil o Primaria.

La residencia temporal es la principal causa que alegan quienes solicitan quedar exentos y la mayoría se conceden por este motivo. Pero únicamente se podrá alegar residencia temporal cuando el tiempo de estancia en las Islas vaya a ser inferior a tres años.

Por eso, no son los alumnos de otros países asentados en las Islas los que más reclaman la exención, y los que así lo hacen representan un porcentaje muy pequeño con respecto al total. Hace dos curso, por ejemplo, sólo reclamó no ser evaluado de Catalán el 2'24% de los 19.023 extranjeros contabilizados y el curso pasado la proporción siguió descendiendo.

Y es que la evolución a la baja de este porcentaje desde hace ocho años escolares ha sido implacable, pues si la cifra absoluta de exenciones se ha mantenido más o menos constante entre las 400 y 500 al finalizar el año escolar en este periodo, su peso porcentual sobre el total de alumnos extranjeros ha pasado del 9'7% en el curso 1999-2000 al 0'49 por ciento del curso pasado al registrarse un aumento de esta población de más de 300% en estos años.

En el curso 2000-01 el porcentaje bajó al 6'7%, en el curso 2001-02 se situó en el 5'6% y siguió descendiendo el año escolar 2002-03, con el 3'7%; en el curso 2003-04 fue del 2'9% y en el 2004-05 se situó en el 2'24%.

La conclusión más relevante de estos datos es que una mayoría de familias que vienen a Balears optan porque sus hijos aprendan catalán, aún sin saber si se van a quedar y pese a conocer su derecho a poder reclamar que los niños sean eximidos de estos estudios.