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E.P./S.C.
La consellera d'Afers Socials, Fina Santiago, abogó ayer por la regularización de la prostitución como actividad económica, en aras a que estas personas disfruten de los mismos derechos que el resto y tengan garantizado el acceso a los servicios sociales básicos, como un paso previo al abandono de esta actividad a la que, subrayó, «ninguna mujer acude por vocación».

Así lo afirmó ayer Santiago en la presentación del «II Congreso virtual sobre prostitución» que tendrá lugar del 1 al 18 de febrero y que pretende ser un foro de exhaustivo debate sobre la complejidad que envuelve la prostitución.

Unas 2.500 mujeres ejercen actualmente la prostitución en las Islas, de las que más del 80 por ciento son inmigrantes procedentes de Latinoamérica, Nigeria y de Europa del Este.

Ante esta realidad a la que «no se le puede dar la espalda», Santiago especificó que el trabajo que realizan estas mujeres debería regularizarse para ser considerado una actividad económica, si bien precisó su oposición a la legalización.

Insistió en esta precisión puesto que legalizar la prostitución, sería conceder a esta práctica la calidad de actividad laboral.